Desde que amanece, desde el alba,
e incluso en brazos de Morfeo
esas cosas que pasan, siempre,
a cada momento, pasa el tiempo...
Ese tiempo anguloso, esquinado,
anodino en ocasiones, espartano...
Nos lleva, te marca, con lágrimas
de amor, de dolor o de simpleza.
Siempre con destino incierto
con estación de partida y llegada,
con sensaciones de añoranza,
con actitud manifiesta de lentitud,
tornada en raudo molino de viento.
Siempre adelante ese tiempo potente
mueve las pestañas mundanas
que acarician los respiros vitales,
los inusuales pasos caminados...
Y a la luz de la esperanza
suena la melodía de los dias vividos
que enfrentan a cada uno con su ser...
y ahi estás tu con la lanza en la mano
para constatar la vida, el tiempo...
Ese tiempo en el que sin parar suceden
esas cosas que pasan.